lunes, 17 de agosto de 2020

Los pies en el sendero

 Mis pies, ligeros

no abandonan el camino,

disfrutan la generosidad

del tranquilo sendero.


La avidez de mi mente

se recrea inspirada

en el promisorio horizonte

de paisajes infinitos.


Y en cada resquicio

el recuerdo vivo

del ardor de tu piel

y la dulzura de tus besos.


19-09-2016

 

EL SOL Y EL MAR

 

Quiero que

sepas,

sin embargo,

que todas las noches

que he dormido a tu lado

hasta las discusiones,

más inútiles,

siempre fueron

algo espléndido.


Sé como el sol,

ora negros nubarrones,

ora “somera niebla”

nunca pierde su fulgor,

nunca su brillo.

El amor semeja al sol.


Sé como el mar,

ora encrespado y bramador,

ora remanso de tenues susurros,

es tan mayor como las edades

y renovado en cada una de sus ondas.

El amor semeja al mar.

 

Lejos de ti y tan cerca.(Soneto)

 

Lejos de ti y cerca de tu cuidado,

pobre de gozo y rico de tristeza,

frustrado de reposo y abastecido

de gran pena, desconsuelo y braveza.


Desnudo de esperanza y abrigado

de enorme cuita ahíto de aspereza,

la vida me fluye, mal a mi grado,

los años me atosigan sin pereza.


Nunca bastantes para satisfacer

la sed ardiente de mi gran deseo

tajo al presente, rápido a socorrer


El enfermo corazón, ni lo creo,

sólo en tu gran amor está el poder

para curarme y sólo aquel deseo

.

El hermano ausente


En un mundo muy lejano

y cargando sus pesares,

reside mi único hermano

muy solo allende los mares.


Un dolor que él no supera,

llagas que no cicatrizan,

en el quebranto y la espera

de dudas que se eternizan.


No cree que el sol regrese

la ausencia es definitiva,

ignora al amor que ofrece

librar a su alma cautiva.


Se fue, no por accidente,

lector del futuro ayer,

lleva clavada en la mente

la idea de no volver.


Se marchó muy solitario,

sin pensar en lo más duro,

de cada un aniversario

carente de un amor puro.


Estás mi hermano hoy ausente,

para este brindis muy sano,

te marchaste hacia occidente

por el sueño americano.


Para ayudar a los tuyos

fuiste con el noble empeño

y que ellos hicieran suyos

tu iniciativa y tu sueño


Somos tristes emigrantes,

y tratados como extraños,

en estas tierras distantes,

hace mucho más de ocho años.


Cada cual toma su rumbo,

sus anhelos y su sino

por eso hoy, yo no sucumbo

a tristezas del destino.


Mi madre tuvo dos hijos,

el menor para ella ausente

y en versos no muy prolijos,

otro escribe la presente.


13 de abril de 2013







miércoles, 5 de agosto de 2020

Venciendo el desamor


Solo tú, sí que puedes emerger;

Del peligroso e impresionante abismo,

Del desamor, devastador seísmo

Déjalo atrás y podrás ascender.


De ruines y fétidas aguas ver,

Talan el corazón, y no es lo mismo,

Letales a todo sin el altruismo

que ha perdido sin volverlo a tener.


Pasan los días, semanas y meses;

Hasta algunos largos años quizás,

Cercenado el dolor te avendrás

A buscar aquello que te mereces.


Sería recomponer tu camino,

Unir pedazos de la autoestima,

Enajenado del que te reprima

Y tus manos controlan tu destino.


Solo forjarás tu felicidad,

Tu integridad, estable e incompartida,

Tu presente y tu futuro en la vida

Y nadie detendrá tu vialidad.




Ocho mágicas letras


Cautivas en doradas redes,

ocho inquietas letras

pugnan presurosas

por desenredar su vuelo.


Colgadas de un beso

brotan del alma trémula

con feracidad floreciente

semejando a la primavera.


Pueden sonar a tópico

o a una fácil frase

que toma su sentido

si a la vida la visita

el amor en esta fase.


Su valor se incrementa

a dimensiones infinitas

válidas para corazones

que la vida enfrenta.


Como revoloteo de mariposas

sobre verso de ligero paso

en trenza de delicadas flores

se hilvanan en un “te quiero”


Difícil la vida

No ha sido fácil mi vida,

No he sido un padre perfecto,
Es un anhelo imposible
Evitar la falla y el defecto.

Pero si lo he dado todo

Y no son vanas historietas
Para que ellos, mis hijos,
Arribaran a sus metas.

Siempre he tratado de ser

El mejor de los modelos,
Sacrificando momentos
En pos de sus anhelos.

He ocultado mis lágrimas,

He sufrido desconciertos,
Sumido ante mis 
En momentos inciertos.

Soñamos que al llegar a viejos

Nos envuelvan de cariño,
y esperando que así sea
Sólo los veo, si les riño.

Aguardas esa llamada,

Que te alegre el corazón
Pero persiste el silencio
Que desata el gorrión.

¡Cuánto flaquea un padre

Cuánto dolor le provoca!
Que esas criaturas preciosas 
Sean frías como la roca.
 
Con las que un tiempo jugué,
Ahora me ignoran simplemente
Como si fuese un extraño 
Y no quien la vida les dio.
 
Es necesario que sepan
Que un día habré de partir;
¿Para qué llorar entonces
si el llanto no me hará vivir?

Me iré añorando sin prisa;

Palabras, visitas, un abrazo
Un mendrugo por si acaso
De lo que sembré, una triza.