Tus sonidos ausentes
inundan mi espacio.
Ecos silentes
rebotan,
reflejan en las paredes,
vibran,en las recetas
que rompen la rutina
de bizcochos,
de pasteles
y de caldos en la cocina.
Retiñen en la vajilla
cuando ésta se asea,
en el roce una con otra
en el lugar que las coloca
y en el agua que chorrea.
Retumban en la escalera
por la holgura del pasamanos,
ronronean en la costura,
en las largas llamadas,
en el secador que alista
la cabellera mojada.
Siempre acuden a mis oídos
cargados de nostalgia
de lunes a jueves,
llega el viernes
y retorna la magia.