miércoles, 29 de mayo de 2013

Enumero a mis Primos



Enumero a mis primos
 

De los diez hermanos de nuestro padre;

tíos hermosos que yo he venerado,

cuarenta y nueve primos me han llegado

los enumero y que la cuenta cuadre.

 

Cuatro salieron de tío Manuel,

y emulando con su hermano mayor;

Concha y Candelaria con mucho amor

con Toribio y María a igual nivel.

 

Fue la tía Ángela la más fecunda

pues de ella brotaron once sarmientos

empáticos, solidarios y atentos

crecieron bajo cobija rotunda.

 

¡Bella Carmen!, nuestra tía gloriosa,

siete niños a este mundo trajiste;

y siguiendo el mismo camino insiste

con sus seis, la Nenito, pudorosa.

 

Para terminar esta larga cuenta,

agrego los tres de tío Domingo,

y al incluir dos que de Alfonso distingo,

suma correcta en el total se asienta.

 

Paso a la liga de los Perecitos,

y Conchita está entre las más prolíficas

dándole al mundo cuatro hijas magníficas

y para completar tres varoncitos.

 

De tío Domingo afloraron cinco,

cinco Caridad, cuatro de Segundo,

de Juanita tres y en el tema abundo;

Paulina y Andrés a una con ahínco.

 

Se quedaron con dos y muy sencillo,

Para Cirilo, Perucho, Mamerto,

María Antonia y Víctor por más cierto,

Sin olvidar el bueno de Juanillo.

 

Para terminar me queda Florita,

Con aquellas hermosas cinco flores,

Devenidas, amor de sus amores

y un caballero su dicha a merita.

 

De números va mi honorable historia

al fin creo que ya me dan las cuentas;

si a los González los Pérez aumentas,

noventa y tres primos de hecho es la gloria.

 

Editado 6-11-2022

Rimas escritas a solicitud de mi querido hermano Jesús Eliseo el 29 de mayo de 2013, 3 años después el 21 de junio de 2016 fallecía a manos de un cáncer en la sangre (Leucemia) Hoy las edito y comparto con mi querida prima Deysi Fernández González

 

 

 


 

Al partir

Tímida despunta la aurora

perezosa la ciudad despierta,

el puerto se hincha

de máquinas y pueblo

y hambriento el ferry

atracado espera.


Sus gigantescas fauces

abre, en un pispas engulle

hileras de vehículos que rugen,

faros rutilantes

y pasos apresurados.


La marinería suelta amarras,

sosegada la ciudad se aleja

y tras la popa la estela

que al buque no alcanza.


En la butaca de la añoranza

yace mi cuerpo,

medita mi alma

atada a la cumbre iluminada

por sonrisa de mujer,

que acentúa la alborada.


Más que una sonrisa

al instante,

enamora su mirada

que busca presencia,

exige alianzas.


Un amor de distancia,

envuelto en la melancolía

de ausencia y de vacío,

carente de un abrazo

perdido en el tiempo

que impone y obliga.




17/3/2013









Andy mi primer nieto

A mis cuarenta llegaste;

bienvenido a nuestro mundo,

y mi vida transformaste

en apenas un segundo.


Fue en una tarde de mayo

y con los años maduros,

sin intentar el ensayo

caminábamos seguros.


Te aúpo y cargo en mis brazos

al caerte de pequeño,

soy tu cómplice sin lazos

que aten, tu más caro sueño.


Soy leal a tu esperanza

no prevengo la caída,

que sin remedio me alcanza

por torpe y terco en la vida.


Al son que tocas he bailado,

hurgo y araño en tu torso,

sobre mis piernas sentado

en mi tiempo de reposo.


Fuiste conmigo a la playa

al río y presa a nadar,

conducir el coche raya

en lo óptimo a recordar.


En los deberes me avisas

y al tener que investigar,

me vacilas con tus risas

y rematas sin parar.


Hoy yo escondo previsor

las migajas de tu tiempo,

y engullirlas al calor

de la dicha que contemplo.


Sobrio me replegaré,

discreto y con nuevos bríos,

tan solo me quedaré

entre los recuerdos míos.


Toca seguir el camino

cariñoso del abuelo,

como tú vas a hilar fino

se queda fuera el desvelo.




 


Todo en ti es poesía



Todo en ti es poesía.

Todo en ti es poesía;
El beso de bienvenida,
La caricia entrante,
El verbo replicante,
La risa desprevenida,
El te quiero fulgurante,
El abrazo fundente,
El corazón galopante,
Las palomitas en la tripa,
El amor que nos abrasa.

La nostalgia en la despedida;
La expectativa en la distancia,
El mensaje prudente,
La respuesta esperada,
El reencuentro cercano,
El amor creciente.

martes, 28 de mayo de 2013

El Amor en la Tercera Edad



El Amor en la Tercera Edad

Porque estoy llegando a los setenta,
¿debo quedarme tranquilo en casa?
En su prisa los hijos no se dan cuenta
que la ilusión nunca muere, se aplaza.

Quedan atrás los años vividos
la experiencia, venturas y errores,
de  desdichas y placeres no conocidos,
de ignorancia a las reglas y sus horrores.

No, no me rindo a la soledad,
busco con quien compartir mi vida
y juntos descubrir a nuestra edad,
lo bueno y bonito que el amor anida.

El amor es increíble a cualquier edad,
pero cuando  ya pasamos los sesenta;
la experiencia, la sensatez, la seriedad,
maduran; la sabiduría se acrecienta.

Ya conoces cuáles son tus fronteras;
Y a tu pareja mejor vas a aceptar,
sabes lo que buscas, lo que de ella esperas
y que sus defectos no los vas a cambiar.

La vida en pareja, más allá de un combate
hecho de victorias y fracasos,
como un baile armónico se debate
entre dos personas firmes en sus lazos.

Disfrutan de un amor inteligente,
no por ello menos apasionado
que la entrega loca del adolescente,
sólo que maduro, tierno, sosegado.

Sonrojados cuando en la calle los miran,
en el abrazo que no pueden evitar,
sin advertir en el respeto que inspiran;
un abrazo y un beso, devenidos en altar.