domingo, 22 de diciembre de 2013

Tristeza de la rosa (Soneto)



Aunque la veo mustia, deshojada;

ignoro las razones de la rosa

que ayer brillaba fresca y olorosa,

muy viva, dulce, amante y perfumada.


Hoy esa alegría se torna en nada,

no existe en el mundo alguna otra cosa,

que cambie de feliz a dolorosa

sintiéndose contenida u obligada.


Después de la tempestad la bonanza,

y en la alegría, el tedio y la tristeza;

mas, perdona que yo tenga esperanza.


Nunca dudé de su amor y terneza

que habiendo ahora tanta desconfianza;

¿Sólo en su corazón habrá firmeza?





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