domingo, 4 de abril de 2021

Reglas del compromiso. Décimas

 

Somos novios a escondidas

y en un querer de puntillas,

toco su mano a hurtadillas

en tristes citas fallidas.

Sin entrevistas cohibidas

para vernos, conversar

donde pueda enamorar

y en una cita expedita,

asir la venia bendita

me urge en serio negociar.


Buscas al padre severo,

de carácter mojigato,

con las reglas sin recato

de inmutable justiciero.

Sin quitarse su sombrero,

fija horario limitado

y bien chaperoneado,

solo un día a la semana

desde una silla cercana

ojo avizor y avispado.


Es mi caso variopinto,

porque al elegir pareja

y tocar la flor la abeja

el camino fue distinto.

Tuve que apretar el cinto

el padre había partido,

muy quedo abandonó el nido,

que Dios lo acoja en la gloria

mas, no para aquí la historia

y a la mamá se lo pido.


Yo te acepto, pero pasa,

me asegura con honor

que aquí el hermano mayor

es el hombre de la casa.

El decide quién se casa

representa a sus hermanas,

son tres bien criadas cubanas

no es un caso del azar,

tú lo vas a comprobar

de él se sienten muy ufanas.


Está duro el mantecado,

¡qué lío, qué compromiso!

Porque el amo del permiso

es el celoso cuñado.

Animoso e ilusionado

le comento mi esperanza,

la dicha que mi alma alcanza

al compartir el amor

de su hermanita menor

y contar con su confianza.


Sonríe con picardía

y otorga el consentimiento,

solo exige el fundamento

del noviazgo día a día.

Se desborda la alegría

en mi corazón valiente

y para el año siguiente

sin futuro promisorio

organizo el casorio

enamorado e imprudente. 


 

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