No
ha sido fácil mi vida,
Pero si lo he dado todo
Siempre he tratado de ser
He ocultado mis lágrimas,
Soñamos que al llegar a viejos
Aguardas esa llamada,
¡Cuánto flaquea un padre
Me iré añorando sin prisa;
No
ha sido fácil mi vida,
Pero si lo he dado todo
Siempre he tratado de ser
He ocultado mis lágrimas,
Soñamos que al llegar a viejos
Aguardas esa llamada,
¡Cuánto flaquea un padre
Me iré añorando sin prisa;
NECESITO ESCRIBIR
Escribo porque solo así, no estoy solo,
aunque a veces no entiendo por qué,
si la soledad me aterra, soy feliz.
Porque escribir el dolor embalsama
y en el amor me hace creer.
Porque cada día escucho canciones
que solo suenan para mi
y las creo mías, flores de mi musa.
Porque mi vida ha tomado un camino,
donde la soledad es más bella en un poema
y puedo conservar los instantes felices
si el folio los abraza y redime del olvido.
Porque es mi privilegio
sangrar como más me duela.
Porque más de una vez, no sé cómo
en el verso brota la esperanza.
Escribo porque la vida no es proporcionada
y mi camino es llegar a entender,
¿qué hago aquí? Y ver si puedo
abocarme, verso a verso, a la luz.
Sólo dos días
Dos días en nuestra cama,
Entre sábanas de algodón
Untadas de tu aroma
Y de aires de partida
Impelidos por la vida.
¿Qué queda en el trastero?
El mar y el sendero:
El mar pone límites,
El sendero cuida mis pasos,
Mis pasos robustecen mis pies
Que me devuelven a la cama,
De efluvios de ti
Y augurios de llegada.
¿Hacia
donde emigraron
¿Hacia donde emigraron
¿Hacia
donde emigraron
¿Hacia
donde emigraron
las campanadas de las horas
alegres, como
la primera flor
empinada en primavera?
¿Hacia donde emigraron
Tiernos recuerdos que arroban la calma.
29-11-2013
Lejos de ti y cerca de tu cuidado,
pobre de gozo y rico de tristeza,
frustrado el reposo y abastecido
de gran pena, desconsuelo y braveza.
Desnudo de esperanza y abrigado
de enorme cuita, ahíto de aspereza,
la vida me fluye, mal a mi grado,
los años me atosigan sin pereza.
No es bastante para satisfacer
la sed ardiente de mi gran deseo
tajo al presente, ágil al socorrer
El enfermo corazón, ni lo creo,
sólo en tu gran amor está el poder
para curarme y sólo aquel deseo.
La mujer que amo
como triza del firmamento
en mis manos carentes,
es chispa de sol ardiente
que guarece mi alma dormida.
un soplo de paz,
escudo antibalas,
liberación urgente
de grilletes inciertos.
surtidor de agua que refresca
a borbollones
el árido suelo
de un campo cultivado...
de secar mis lágrimas
con su sonrisa
y provocar el llanto
con un voto de amor.
La mujer que amo:
más allá de la mirada,
más allá de lo elemental...
dibuja esperanzas,
convivencia serena,
mañanas fascinantes,
viajes estelares,
encuentros sublimes.
en el más preciso instante
sólo con cerrar sus ojos,
dejarse llevar...
y llevarme con ella…
me hace transitar
por senderos de ensueño.
provoca que mi alma
se eleve por los cielos
y encuentre la suya
esperando por mí;
con su hermosa sonrisa
y sus manos abiertas
para estrechar las mías...
embalsamando el amor.
conoce mis temores,
mis deseos, mis miedos…
ella sabe de mi pena,
de mi dolor y de mi angustia.
La mujer que amo:
me sacó del letargo,
me mostró que en la Tierra
hay ángeles sin alas
que caminan a nuestro lado;
que velan por nosotros,
regentan nuestra dicha
y facilitan el camino
de una manera especial…
aún invisible a mis ojos…
y tan concreta en mi corazón
que sin verla la veo,
sin tocarla la toco;
sin besarla la beso,
sin hacerle el amor
la siento dentro de mí...
como llama que me abrasa.
La mujer que yo amo
es presencia perenne,
regalo especial,
y agradezco al Universo,
la oportunidad de encontrarla,
conocerla, disfrutarla, respetarla.
Aprendí de amores
de tiernas raíces,
de limbos felices
y sol sin dolores.
No los trae el viento,
la pasión los sopla,
nacen de una copla
y hurtan el aliento.
Tasan
el enojo,
linchan la tristeza,
irguen la cabeza,
cortan el abrojo.
Miran
la pareja,
al par su lugar
y el halo inmortal
fulmina la queja.