Ya me despido aquí,
llevadla en volantas.
si quema el sol,
caminad bajo la sombra.
Si
su fatiga acechad,
sostenedla, mimadla, levantadla
que su cuerpo de algodón,
en vuestras manos no se deshaga.
Madre mía, ahora me toca a mi,
sostener al peso de mis años
mi fatiga, quizás prepararme la cama,
vendarme la llaga de tu ausencia.
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