"La
noche es la propicia
amiga
de los versos. Quebrantada
como
la miel bajo la trilla, nace
en
las horas ruidosas la Poesía.
A
la creación la oscuridad conviene”.
(Flores
del destierro), José Martí
Con
recargadas florituras
Asoman
letras balbucientes,
La
pluma vuela sobre el folio
Y
el folio mismo,
Siente
la caricia
De
la tinta que le cosquillea
Con
trazas de altruismo.
Describir
intenta el poeta
Sus
reflexiones, sus anhelos,
Sus
titubeos, sus deseos,
Con
luminosidad meridiana,
Como
si fuera él la vela
Que
alumbra el pliego
Por
donde la pluma vuela.
¡Qué
bella es la verdad
A
media noche,
En
la oscuridad,
Cuando
el viento ruge
Como
un oso en las torres alambradas
Y
los relámpagos proyectan
Sombras
en la pared del salón!
Y
mientras la lluvia repiquetea,
Con
sus largas uñas
En
los cristales del ventanal,
El
mullido consuelo de un verso,
que
nace alado de ilusión,
y
acude como el diligente manantial
a
saciar la sed del insomne bardo.