Aquí, en el cajón adosado,
ante al atardecery
los colmillos afilados del tiempo
en
estadio de prisionero
o de triste desempleado:
alimento la
esperanza.
El mundo añora el alba
la obsesión por la victoria
recrudece la prevención;
no hay día en nuestro día
que el COVID no ensombrezca.
Sinuoso enemigo nos acecha,
nos encierra, nos asfixia
y amenaza con sumergirnos
en la sima más oscura.
El
estado de sitio durará
hasta abatir al rival,
mientras, la
vida se torna tiempo:
memoria de los inicios
olvido del
final.
Hago oídos sordos a ecos
homéricos, a relatos efectistas
de los medios del miedo
en pos de la renta
de gacetas, bulos y flecos.
Cuento las losas del salón
describiendo círculos giratorios,
como el tiovivo de feria,
en movimiento y diversión.
Y con la gente ahí afuera:
avíos, apoyo, ilusión
y esta vida plena
acoge una estrella cercana.
19-3-2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario