No existe distancia aquí
mientras el corazón late,
y el viento nos arrebate,
los versos que te escribí.
El tiempo pasa sin prisa
y la ausencia de tu rostro
en mi soledad arrostro
en los ecos de tu risa.
Esta distancia no existe,
jamás es verdad si se ama;
y el correo diario aclama
el amor que entretejiste.
Hay música en mi teclado,
salen las letras talladas,
radicales plateadas,
gotas de agua en el tejado.
Y en el éter circundante
tu imagen bella y prudente
no pierde su garbo y siente
nuestro abrazo trepidante.
Y si la distancia disgrega,
la fuerza de amor alcanza
fortalecer nuestra alianza
me escuchas, tu voz me llega.
La distancia no entristece
siempre que el céfiro aviente
con la brisa confidente
a la espiga que florece.
13/03/2013
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