Tu presencia
suprime los desvelos
y restablece la calma
con todos mis anhelos cumplidos.
En el otoño de la vida alcanzo, mis caros sueños dorados.
Tengo
la euforia
que dan mis
vástagos,
la quietud de mis versos
y el refugio cálido de
un regazo.
¡Cuánta dicha en la plenitud de mi vejez!.
17 /11/2020
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