¿Por qué un domingo triste?
Si borbota la ternura,
la mentira no es
y el olvido no duele.
¡La
soledad es la pena!
Falla la corte intolerante,
sobre hechos de torpeza
que reprimen la dulzura.
Se
ven nubes grises
en luminoso horizonte,
y empañan el ventanal
de límpido vidrio.
¿Por qué un domingo triste?
Si en el alma flotan
glóbulos de espuma blanca
en olas de alegría.
Dolor de domingo, dolor
tristeza que miente,
el amor da y recibe
y este elixir sana.
Nubla la duda el domingo,
-obsceno lodo se precipita-
duda necia, necia duda
que hasta al sol oscurece
con su desazón impura.
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