Quiero que
martes, 13 de octubre de 2015
COMO EL SOL Y EL MAR
Quiero que
¡Aún tengoa mi madre! Soneto
Aquí tengo a mi madre todavía,
cuando siento que la quiero con tanto
amor, que no todo mortal tendría
mi buena ventura bajo su manto.
De niño a mis delirios puso freno
la divina santa que era, mi diosa;
bregó años para cargarme en su seno
con pasión me alumbró y fue muy dichosa.
Cuidó de noche y trabajó de día,
se suceden las horas de su ardor
en dedicar a mí todo su anhelo,
Y al verla tan enferma, en mi dolor
milagros al cielo arrebataría
cuando todo está perdido en el suelo.
lunes, 12 de octubre de 2015
A MIS SETENTA AÑOS
Hoy arribo, sosegado, a los setenta años
Y estoy sacando lentamente del armario,
Desempolvando, el baúl de mis recuerdos,
Sin miedos, con gusto, con orgullo
Sin esperar tanto, latente está la vida;
Me acoge con alegría promisoria
Y del baúl, desbordante el mejor regalo:
Chapada en oro puro: la experiencia.
Venid amigos míos, tomad asiento,
No hay sofás mullidos, ni mecedoras;
Sólo rocas de cuyují como el acero,
Y muros de piedras imperecederos.
Mi hogar es el salón rebosante
Para un banquete esplendoroso,
Mi fe inquebrantable a la cabecera
Y a frente, mi asiento en la mesa.
Con el sustento del amor y la amistad,
Con el Santero y el tinto del cariño,
Que nuestras copas rebocen este día,
¡Ya tengo los setenta cumplidos!
No soy viejo. A penas comienzo la vida,
Digna juventud que en el ocaso florece,
Mis años son estrellas que me inspiran
Y mis labios, cestos repletos de besos.
Venid todos, venid, con amor os espero,
Estamos en abril, en plena primavera,
Tantos anhelos y nuevos propósitos;
La ventura de exuberantes retoños.
¿Cuántos de vosotros aspiráis a más?
Miradme, tan sólo miradme y veréis;
Mi indomable corazón palpita jubiloso
Y fluye de mi pecho el inagotable amor.
LA TUMBA DE MI MADRE
La tumba de mi madre
He aquí la tumba de mi madre,
Limpia y ordenada
Alguien pasó y dejó flores,
Y quizás, también, una lágrima.
Bajo los flamboyanes de esmeralda.
Desde los bancos del silencio,
Refugios del recuerdo y el dolor
Rememoro los momentos junto a ella.
Vulnerable criatura en el ocaso de su vida,
Antes fuerte y luchadora;
Dejó la herencia de acciones y dichos
Que siempre estarán conmigo.
HASTA QUE TE ENCONTRÉ
Caminé
por calles y doblé las esquinas,
me senté en la plazas, observé las palomas
bebí el cortadillo entre ninfas de broma
y no encontré para el alma la flor divina.
Busqué por los portales de citas a ciegas
en andar desventurado que nada encuentra,
pasaron meses, años, ya perdí la cuenta
tras un amor soñado que avisa y nunca llega.
Y después de ¿cuántos lustros?
¿Cuántas historias vividas?
¿Cuántos desencuentros de amores?
¿Cuántas llegadas, cuántas huídas?
Detengo la marcha justo ahí
donde tú estabas, lista, accesible
junto a mis pasos ya detenidos
como la única opción tangible.
Tesoro escondido a la vera del camino,
que me recuerda mi fortuna presente
llegas tú; dulce, tierna, cariñosa,
bálsamo a mis huesos, paz a mi mente.
Cada mañana al despertar a tu lado,
de regocijo infinito, salta mi corazón:
amiga, pareja, cómplice, consuelo;
no olvidas detalles, ni faltas a la razón.
Desde que tú estás conmigo,
brilla más el sol y es música el viento;
y huyó en vuelo de nunca jamás
el ave negra del lúgubre aislamiento.