Aquí tengo a mi madre todavía,
cuando siento que la quiero con tanto
amor, que no todo mortal tendría
mi buena ventura bajo su manto.
De niño a mis delirios puso freno
la divina santa que era, mi diosa;
bregó años para cargarme en su seno
con pasión me alumbró y fue muy dichosa.
Cuidó de noche y trabajó de día,
se suceden las horas de su ardor
en dedicar a mí todo su anhelo,
Y al verla tan enferma, en mi dolor
milagros al cielo arrebataría
cuando todo está perdido en el suelo.

Agosto 21 de 2014.
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