Ignoro las razones de la rosa
que ayer brizaba fragante y hermosa,
y el tedio y la tristeza,
a esa alegría, la tornan en nada
la mudan a lánguida, desolada,
frágil y sin firmeza.
Ignoro las razones de la rosa
que ayer brizaba fragante y hermosa,
y el tedio y la tristeza,
a esa alegría, la tornan en nada
la mudan a lánguida, desolada,
frágil y sin firmeza.
Vivimos
tiempos torcidos
y en los confines de la
alerta,
angustiados,
caminamos confundidos
o quedamos
tras la puerta,
medio aislados.
Perdido el ocio nocturno,
en concierto sin butaca
desde
casa
vemos al astro de turno.
aplaudimos si destaca
más
si arrasa.
Y en los medios empleados
baraúnda de
noticias,
efectistas,
de los albores cuajados
con las
vacunas propicias
llegan pistas.
18/11/2020
Edel
Tu presencia
suprime los desvelos
y restablece la calma
con todos mis anhelos cumplidos.
En el otoño de la vida alcanzo, mis caros sueños dorados.
Tengo
la euforia
que dan mis
vástagos,
la quietud de mis versos
y el refugio cálido de
un regazo.
¡Cuánta dicha en la plenitud de mi vejez!.
17 /11/2020
Al
fin tengo un regazo,
sin
aquel ordinario lazo
atado,
agriado,
a fe de expulsarlo hacia un lado
y obtener un dulce abrazo.
______________________________________________________
Tengo
la estrella
de albos fulgores,
de la pasada noche
batida por los huraños dolores,
la amarga nostalgia del recuerdo más vivo
y tengo la delicada fragancia que salva al cautivo.
14-11-2020
Mientras la vida con su paso inmenso
hoy te aboca al estado confinado
de nada vale el esfuerzo empleado
si la curva del dolor va en ascenso
y aunque el anhelo te sea muy fuerte,
de ambiente inerte,
espeluznante
y delirante
adolorido,
a tu gemido,
tu alma liberal, pura y desolada
halla en el verso la paz ignorada.
Yo estaba junto a ti, oro refulgía el paisaje, y la paz del ocaso trasmitía un mensaje, dispuesto en el bagaje para un pícnic de paso; incógnito e invidente me quemo, me abraso aislado en amores y enigmas a campo raso. Falta el vigor que ataje el posible fracaso, y aunque no llene el vaso ni caiga en el chantaje a mi corazón de fuego, en tórrido carruaje. ¡Ay demencia de amor como la agitación de ondas! Fuego tan majestuoso que en mi corazón rondas. Meúsical Do-Re-Mi-Fa-Sol Rozo tu suave mejilla como a las cuerdas de mi guitarra, acordes de horizontes que flamean sobre mi rostro igual que alas de avecilla. Y mi rostro al firmamento narra, mimos que juntas, y tu beso en mi barbilla, dulce como el fruto de la parra y el allegro en los montes.
Meúsical Do-Re-Mi-Fa-Sol
Hay melodía en tus ojos
tenerezza única tu mirada
y dulzura en el beso,
beso tuyo que es para mí
y es en todos mis antojos
arpegio suave tañido en celestial arpa.
El eco de tu risa esperada
prendió la luz
echó fuera los enojos,
y aunque por el pudor sofocada
no quebró el embeleso.
Primante
Ella
en notas
junto a mi musa,
se aloja en un rincón
y de mis buenos oficios acusa.