De mañana al despertar
un imagen de ilusión
desordena el corazón
y se pierde en un penar.
Cuando los astros se apaguen,
el insondable destino
despejará mi camino
para que mis mitos vaguen.
Y en el vagabundear,
lejos de tu devaneo,
no escucharé aquel cocleo
dispuesto a importunar.
Oh! Mohína soledad;
me escoltas sin amainar
cuando vuelvo a renovar
me quitas la libertad.
De seguro asumirás
cuando pase la ventisca,
que al fuego de amor confisca,
¡Sólo está el nunca jamás.
un imagen de ilusión
desordena el corazón
y se pierde en un penar.
Cuando los astros se apaguen,
el insondable destino
despejará mi camino
para que mis mitos vaguen.
Y en el vagabundear,
lejos de tu devaneo,
no escucharé aquel cocleo
dispuesto a importunar.
Oh! Mohína soledad;
me escoltas sin amainar
cuando vuelvo a renovar
me quitas la libertad.
De seguro asumirás
cuando pase la ventisca,
que al fuego de amor confisca,
¡Sólo está el nunca jamás.
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