martes, 24 de diciembre de 2013

Cada mañana al despertar


De mañana al despertar

un imagen de ilusión

desordena el corazón

y se pierde en un penar.


Cuando los astros se apaguen,

el insondable destino

despejará mi camino

para que mis mitos vaguen.


Y en el vagabundear,

lejos de tu devaneo,

no escucharé aquel cocleo

dispuesto a importunar.


Oh! Mohína soledad;

me escoltas sin amainar

cuando vuelvo a renovar

me quitas la libertad.


De seguro asumirás

cuando pase la ventisca,

que al fuego de amor confisca,

¡Sólo está el nunca jamás.







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