viernes, 25 de septiembre de 2020

Un alma para el verso



Este dolor profano,

inseguro que aboca

al caos que no soy

y forzar a creerlo.


Los días sufren

angustia y dolor,

los versos se mesturan

de tristeza, alegría y apego.


La vida vuela presurosa

del inseguro al innegable,

de la noche al alba

evocando ternuras

y abrazos de mujer.


De repente:

el mundo al revés,

el relax se abruma,

la alegría es desolación,

el piso con el ocupa,

el viaje sin destino.


Y en el camino perdido

de pronto una señal,

una estrella rutilante,

bujía en túnica de mujer,

brújula que enmarca

al norte esmeralda.


Aparece un alma

para el verso,

una razón para reír

un poema con nombre,

con ojos de bondad

y besos de miel.


Troca los sucesos:

en amor de bienvenida,

amor de relax en el salón,

amor de complicidad

en la cocina

y amor de fusión

en nuestra cama.




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