Oculto,
a hurtadillas, el virus humilla,
rebrota
en la persona indisciplinada,
que
no cuida espacio
y va sin mascarilla
ya
vaya solo por la calle o en manada.
No
tengo miedo, zozobra sí y tristeza
ante
el rebrote viral, los desaciertos
en
la cura, la vacuna y la torpeza
de
políticos, que ignoran a sus muertos.
Tengo
miedo del ninguneo al anciano,
que
el invierno sin piedad atropella
y
en lid con denuedo cada día en vano,
porque
han opacado la luz de su estrella.
Ahora
en mi angustia una pregunta existe
y
hay una decisión que la paz me quita;
la
espera de cirugía, no es un chiste,
¿Cómo
alivio el dolor con solo una lista?
Se
tulle mi hombro en un talud de agonía,
rehúsa
la quietud que la cama ofrece
y
la opresión se suma a la pena mía
en
la misma intensidad en que esta crece.
Y
en largas noches que el párpado no pega,
dolor
e insomnio sin calidad de vida,
las
ilusiones rotas hasta ver si llega
el
fin de la pena sin sopesar la huida.
14-O7-2020