miércoles, 5 de agosto de 2020

Venciendo el desamor


Solo tú, sí que puedes emerger;

Del peligroso e impresionante abismo,

Del desamor, devastador seísmo

Déjalo atrás y podrás ascender.


De ruines y fétidas aguas ver,

Talan el corazón, y no es lo mismo,

Letales a todo sin el altruismo

que ha perdido sin volverlo a tener.


Pasan los días, semanas y meses;

Hasta algunos largos años quizás,

Cercenado el dolor te avendrás

A buscar aquello que te mereces.


Sería recomponer tu camino,

Unir pedazos de la autoestima,

Enajenado del que te reprima

Y tus manos controlan tu destino.


Solo forjarás tu felicidad,

Tu integridad, estable e incompartida,

Tu presente y tu futuro en la vida

Y nadie detendrá tu vialidad.




Ocho mágicas letras


Cautivas en doradas redes,

ocho inquietas letras

pugnan presurosas

por desenredar su vuelo.


Colgadas de un beso

brotan del alma trémula

con feracidad floreciente

semejando a la primavera.


Pueden sonar a tópico

o a una fácil frase

que toma su sentido

si a la vida la visita

el amor en esta fase.


Su valor se incrementa

a dimensiones infinitas

válidas para corazones

que la vida enfrenta.


Como revoloteo de mariposas

sobre verso de ligero paso

en trenza de delicadas flores

se hilvanan en un “te quiero”


Difícil la vida

No ha sido fácil mi vida,

No he sido un padre perfecto,
Es un anhelo imposible
Evitar la falla y el defecto.

Pero si lo he dado todo

Y no son vanas historietas
Para que ellos, mis hijos,
Arribaran a sus metas.

Siempre he tratado de ser

El mejor de los modelos,
Sacrificando momentos
En pos de sus anhelos.

He ocultado mis lágrimas,

He sufrido desconciertos,
Sumido ante mis 
En momentos inciertos.

Soñamos que al llegar a viejos

Nos envuelvan de cariño,
y esperando que así sea
Sólo los veo, si les riño.

Aguardas esa llamada,

Que te alegre el corazón
Pero persiste el silencio
Que desata el gorrión.

¡Cuánto flaquea un padre

Cuánto dolor le provoca!
Que esas criaturas preciosas 
Sean frías como la roca.
 
Con las que un tiempo jugué,
Ahora me ignoran simplemente
Como si fuese un extraño 
Y no quien la vida les dio.
 
Es necesario que sepan
Que un día habré de partir;
¿Para qué llorar entonces
si el llanto no me hará vivir?

Me iré añorando sin prisa;

Palabras, visitas, un abrazo
Un mendrugo por si acaso
De lo que sembré, una triza.




Necesito escribir

 NECESITO ESCRIBIR


Escribo porque solo así, no estoy solo,

aunque a veces no entiendo por qué,

si la soledad me aterra, soy feliz.


Porque escribir el dolor embalsama

y en el amor me hace creer.

Porque cada día escucho canciones

que solo suenan para mi

y las creo mías, flores de mi musa.


Porque mi vida ha tomado un camino,

donde la soledad es más bella en un poema

y puedo conservar los instantes felices

si el folio los abraza y redime del olvido.


Porque es mi privilegio

sangrar como más me duela.

Porque más de una vez, no sé cómo

en el verso brota la esperanza.


Escribo porque la vida no es proporcionada

y mi camino es llegar a entender,

¿qué hago aquí? Y ver si puedo

abocarme, verso a verso, a la luz.



Sólo dos días

Sólo dos días


Dos días en nuestra cama,

Entre sábanas de algodón

Untadas de tu aroma

Y de aires de partida

Impelidos por la vida.


¿Qué queda en el trastero?

El mar y el sendero:

El mar pone límites,

El sendero cuida mis pasos,

Mis pasos robustecen mis pies

Que me devuelven a la cama,

De efluvios de ti

Y augurios de llegada.



Migración


¿Hacia donde emigraron
las aves cuando el tiempo
pintó de gris el verano?

¿Hacia donde emigraron

las huellas que dejan las miradas
y la carga de ternura de ellas emanadas?

¿Hacia donde emigraron

las sonrisas que nos unieron
y la embriaguez de nuestros besos?

¿Hacia donde emigraron

las articulaciones de la tarde
y los planes del mañana
que rutilantes como estrellas
encendían y apagaban?

¿Hacia donde emigraron
las campanadas de las horas
alegres, como la primera flor
empinada en primavera?

¿Hacia donde emigraron

las palabras que endulzaban
el alma, en madreselva de caricias
y besos en cascada?

Tiernos recuerdos que arroban la calma.

Temblorosa la pluma con su imagen en mente;
emborrona cuartillas que nadie leería
partiendo hacia el infinito incierto,
a la postergación, y nada recordaría
mi deshabitado y presuntuoso corazón.


29-11-2013




Lejos de ti y tan cerca (Soneto)


Lejos de ti y cerca de tu cuidado,

pobre de gozo y rico de tristeza,

frustrado el reposo y abastecido

de gran pena, desconsuelo y braveza.


Desnudo de esperanza y abrigado

de enorme cuita, ahíto de aspereza,

la vida me fluye, mal a mi grado,

los años me atosigan sin pereza.


No es bastante para satisfacer

la sed ardiente de mi gran deseo

tajo al presente, ágil al socorrer


El enfermo corazón, ni lo creo,

sólo en tu gran amor está el poder

para curarme y sólo aquel deseo.