No
ha sido fácil mi vida,
No
he sido un padre perfecto,
Es
un anhelo imposible
Evitar
la falla y el defecto.
Pero si lo he dado todo
Y
no son vanas historietas
Para
que ellos, mis hijos,
Arribaran
a sus metas.
Siempre he tratado de ser
El
mejor de los modelos,
Sacrificando
momentos
En
pos de sus anhelos.
He ocultado mis lágrimas,
He
sufrido desconciertos,
Sumido
ante mis
En momentos inciertos.
Soñamos que al llegar a viejos
Nos
envuelvan de cariño,
y esperando
que así sea
Sólo los
veo, si les riño.
Aguardas esa llamada,
Que
te alegre el corazón
Pero
persiste el silencio
Que desata el gorrión.
¡Cuánto flaquea un padre
Cuánto
dolor le provoca!
Que
esas criaturas preciosas
Sean
frías como la roca.
Con
las que un tiempo jugué,
Ahora me ignoran simplemente
Como
si fuese un extraño
Y
no quien la vida les dio.
Que
un día habré de partir;
¿Para
qué llorar entonces
si el llanto no me hará vivir?
Me iré añorando sin prisa;
Palabras,
visitas, un abrazo
Un
mendrugo por si acaso
De
lo que sembré, una triza.
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