Tal parece que fue ayer cuando advierto
a tu palabra devenida en beso,
en las redes de tu amor quedé preso
y arribó mi velero a afable puerto.
De un sueño inalcanzable al fin despierto
hechizado en un mágico embeleso,
de auroras doradas salgo inconfeso
y en plétora dicha al aura convierto.
Rebosa el cáliz de amor y ternura
llega a mí como el rocío al helecho
en el delirio la dulce locura,
Trasplantó su corazón en mi pecho
sin una incisión, dolor, ni sutura
nunca antes me sentí más satisfecho.
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