martes, 4 de agosto de 2020

En mis sueños

Suelo asegurar en mis sueños

que tus brazos me abrazan,

cuando cubro mi cuerpo frío,

con esta mi doble manta

y que esta suave almohada

donde reposa mi testa cansada

es tu pecho ardiente que al mío abrasa.


Sueño con tu imagen amada,

que junto a mí se relaja,

recostada en mi regazo

en el silencio de nuestra cama.


Sueño con la miel de tus labios

envuelto en ti, en blancas sábanas

y en el aliento trepidante

que zarandea hasta el alma.


Sueño que cabalgo con bríos

en montura de anchas alas

que me traslada a otros mundos

de ternuras insospechadas.


Y al despertar, sólo me rodea,

tu espacio vacío en nuestra cama;

la frialdad de edredones y mantas

y la nostalgia que quiebra el alma.






domingo, 2 de agosto de 2020

UN HOMBRE CABAL

¿Será de humanos el dolor que siento,
Como tocón sin tallo florecido?
Sólo un recuerdo anclado al pensamiento
por todas las arterias repetido.

Que ya ni me agobia el abatimiento
ni me gotea el engreimiento ofendido,
ya mi corazón se habituó al tormento
de olvidar la mitad de su latido.

Ya mi resquemor no exige la venganza,
cultivé el perdón para la esperanza,
como el hermoso talante vital.

Llevo en las manos tantas despedidas,
y en lo que fue el amor tantas heridas,
que he mutado a un hombre cabal.


Canto al amor

Más de setenta abriles;
se estrechan los caminos,
se planta la sequía,
caen las hojas como en otoño.

Se angosta el cauce del río,
se pierde el aroma de la flor,
se opaca el cristal de la ventana
y no se escucha el canto del ruiseñor.

Se encorva la palmera
y la higuera no da su fruto,
los recuerdos se los lleva el viento
y vuelve la soledad como compañera.

Tan solo el amor,
en un impulso de vigorosidad,
inunda todo mi ser
reverdeciendo la primavera.

Amor de protección,
de calidez y de compañía,
de la coincidencia, de la existencia,
de cuidados mutuos y recíprocos.

Es un volver a nacer
cuando la edad de libertad personal
que me regresó al nido,
dispone de tiempo para la redención.



sábado, 1 de agosto de 2020

Insomne noche de sábado

En la vigilia que se alongó hasta doler;

insomne voy tras el sueño reparador

y en tétrica danza de dormir y despertar

reptan lentamente las horas.


Afuera, como bestia cansada,

se oye el gélido rugido del viento gris;

dobladas sus espaldas por el peso

de la niebla, que a mi garganta abrasa.


La noche ha sido larga, muy larga,

el ventarrón no ha cesado de soplar,

aterido y rabioso, inicuo y perverso

dejando en mis hombros insana rigidez.


¿Por qué no dejas noche larga

que la calima emigre hacia otras tierras

y así podría avanzar mis pasos

junto al mar y sepultar mi pena?


1012015


Mis versos

¿Dónde está mi musa que ya el verso no aflora

sin las mieses que lo habían alimentado?

Ya no le alcanza ni el rocío de la aurora,

Sólo hay sed en jardín por el sol abrasado


Aquellas pasiones que brotaron de mi alma

encarrilaron un tren de humildes poemas,

que leo, los corrijo, los beso con calma,

ahí están plasmadas mis dichas y mis penas.


Mis versos han sido por amor inspirados,

o quizás en ocasiones, por la nostalgia

que me motiva, por eso, por lo que he amado,

y nostalgia es amar, a alguien en la distancia.


Ellos son los partos de mi ego soñador

creados por mí como, brotes de jazmín,

llenan mi vida de ilusiones y de amor,

en los pródigos amaneceres, sin fin.




viernes, 31 de julio de 2020

Desconfinamiento

Y se hizo la luz,

¿ya no hay tinieblas?

Vacilante, tímido,

prudente y reflexivo

el sol naciente

nos enfila rectos

protegidos y distantes.


Embozados entre la gente

caminamos, resistimos

y en un nuevo inicio,

honrando a los muertos,

el camino se encauza

con preludio de confines

de citas a ciegas.



miércoles, 29 de julio de 2020

Resurrección

Hablo de un amor fecundo,

avasallador e insondable,

que abona y enriquece

a mi pobre y estéril mundo.


Redoble de campanas,

clamor que ensordece

y resucita el destello

de una pasión temprana.


Acude la fascinante diosa,

declama tonadas de ensueño,

escala todos mis sagrarios

y criba mí arena y mis sueños.


Se deja ver una mañana,

serena y frágil la rosa

y entreabre sus pétalos

dulce, ingenua y temblorosa.


Sutil se adentra en mi alma,

y ágil boga en mis arterias,

y devasta en su recorrido

mis murallas y sus periferias.