No cedo a la
duda;
Sólo al
temor cedo,
Aferrado al
miedo
Que al
corazón anuda.
Ser lo que se
merece
A mi razón
ocupa,
Este amor
que aúpa
Y en sus
brazos mece.
La fe
recuperada,
Corazón
liberado;
Al fin has
encontrado
La mujer esperada.
Llenado el
espacio,
Del corazón
vacío,
Vibra éste,
con brío
Y de su miel
me sacio.
Tú, mujer
deseada,
Que de amor
me llenas;
No te
llegarán penas,
Sólo amor en
cascada.
Y mirando
las flores,
Que adornan
el prado,
Espero
apasionado
Que de mi te
enamores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario