Y se hizo la luz,
¿ya no hay tinieblas?
Vacilante, tímido,
prudente y reflexivo
el sol naciente
nos enfila rectos
protegidos y distantes.
Embozados entre la gente
caminamos, resistimos
y en un nuevo inicio,
honrando a los muertos,
el camino se encauza
con preludio de confines
de citas a ciegas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario