jueves, 9 de julio de 2020

Sorprendente mar Soneto


Cada mañana me sorprende el mar;
no sé si descuidado a mí me pilla,
no sé si es ola sola o la orilla
o si es una voz para intimidar.

Majestuosidad a reverenciar
ante su deslumbrante poderío,
incesante viento, agua, arena y frío,
que hasta en mis sueños oigo su bramar.

Todo lo que el mar me entrega bendigo,
con fuerza su magnetismo me atrae,
y sobre la inmensidad de oleaje,

Veo miles de efigies que el amigo
viento en tromba y errante no distrae
y por la ribera el blanco espumaje.






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