Quiero que
sepas,
sin embargo,
que todas las noches
que he dormido a tu lado
hasta las discusiones,
más inútiles,
siempre fueron
algo espléndido.
ora negros nubarrones,
ora “somera niebla”
nunca pierde su fulgor,
nunca su brillo.
El amor semeja al sol.
Sé como el mar,
ora encrespado y bramador,
ora remanso de tenues susurros,
es tan mayor como las edades
y renovado en cada una de sus ondas.
El amor semeja al mar.
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