Porque, no sé cómo decírtelo, es mucho tiempo,
Y te estaré esperando como en los aeropuertos
Cuando en alguna parte confinaron los aviones.
No te ausentes por una hora porque entonces,
En esa hora se entrelazan las migajas del desvelo
Y quizás toda la calima que anda buscando casa
Venga a asfixiar a mi corazón perdido.
¡Que no se pierda tu contorno en la carretera!
¡Que no revoloteen tus párpados en la ausencia!
¡Que no enmudezcan los gemidos del amanecer!
No te vayas ni por un minuto, amor de mi vida.
Porque en ese minuto te habrás ido tan lejos,
Que yo surcaré el universo infinito averiguando
Entre la tormenta, el aguacero, el relámpago,
Si reaparecerás o me dejarás aquí falleciendo.
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