No cedo a la duda;
Sólo al temor cedo,
Aferrado al miedo
Que al corazón anuda.
Ser lo que se merece
A mi razón ocupa,
Este amor que aúpa
Y en sus brazos mece.
La fe recuperada,
El corazón liberado;
Al fin he encontrado
La mujer esperada.
Llenado el espacio,
Del corazón vacío,
Vibra éste, con brío
Y de su miel me sacio.
Tú, mujer deseada,
Que de amor me llenas;
No te llegarán penas,
Sólo amor en cascada.
Y mirando las flores,
Que adornan el prado,
Espero apasionado
Que de mi te enamores.
02032013
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